El Salvador

No queda la menor duda que las ventas en la vía pública se han convertido en un fuerte dolor de cabeza para todos los actores y sectores de la ciudad, autoridades locales, planificadores, instituciones no gubernamentales, comerciantes formales y hasta para los mismos ciudadanos.
Desde un punto de vista superficial, las ventas en la vía pública han cambiado el paisaje de la ciudad, cualquier espacio se ha habilitado para el comercio informal, calles, aceras, parques, plazas, parqueos; se han transformado en verdaderos mercados. Cada vez, es más visible como los espacios públicos son usados para alcanzar fines privados, siendo percibidos con un sentido de propiedad muy intenso, mismo que los ha llevado a enfrentamientos muy violentos con el gobierno local, para conservar estos espacios.
El desorden, el caos y la problemática generada por la ocupación del “pequeño comercio informal”, ha llevado a que éste se convierta en un tema de alta prioridad en la agenda de la mayoría de los gobiernos locales del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
Este es el caso del Centro Histórico de San Salvador (CHSS), de cuya solución depende mucho la viabilidad de su Plan de Rescate y Ordenamiento. Por tanto, la solución y puesta en práctica de los proyectos del centro de la capital pasa por superar la problemática de la venta en la vía pública, la que se convierte en el centro de atención para la gestión urbana del gobierno municipal.
Las respuestas a la problemática de la venta en la vía pública se han centrado principalmente en el ordenamiento y traslado de las ventas de las plazas y calles a lugares definidos por la municipalidad, generalmente mercados.
El proceso de negociación que ha precedido al traslado y el mismo evento, ha sido marcado por serios enfrentamientos entre los vendedores y las autoridades locales, de tal manera que las soluciones no han sido sostenibles, las ventas que han intentado ser trasladadas, han regresado de nuevo a las calles.
Cada año aumentan, más y más, las ventas callejeras en el Distrito Centro Histórico de San Salvador. Crecen de manera tan acelerada que, de acuerdo con proyecciones estadísticas, en dos años y medio se podría ver duplicada la cantidad que existe ahora.
Según estudios, el número de ventas informales crece el 20.63% cada seis meses, de acuerdo con los registros analizados entre 2004 y el primer semestre de 2005. Eso significa que cada año, hay cuatro mil ventas nuevas en el centro. La invasión de calles y avenidas en el centro de San Salvador puede caracterizarse como un problema de anarquía y falta de gobernabilidad, pues la ciudad tiene la suma de la injusticia económica y la inequidad tributaria, que es fruto de un modelo económico que empobrece más y más a la población, faltando oportunidades de un trabajo formal, el cual les brinde una remuneración mensual constante.
La situación económica nacional es bastante crítica, pues a pesar de que se ha reducido la tasa de pobreza (17.8% en la última década), esta situación no se ha traducido en un aumento de oportunidades de trabajo, empeorando en el caso de un trabajo formal. Una solución muy común es dedicarse al comercio informal, pues es una forma simple de obtener ingresos. En la mayor parte de casos, se trabaja sobre la base de créditos para comprar los productos que serán comercializados.
Dada esta problemática, El Salvador buscó asistencia técnica en el Instituto para la Economía Social-IPES para que, a través de la línea de intervención que brinda oportunidades a los vendedores informales de Bogotá que trabajan en el espacio público, sea puesto en marcha en El Salvador, para solucionar las necesidades y aporten al desarrollo económico de este país.
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el DelitoLa Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC- y la Alcaldía de Bogotá, a través del Instituto para la Economía Social – IPES –, firmarán un memorando de entendimiento para beneficiar a productores campesinos de Colombia.
El memorando de entendimiento facilitará a más de 50 organizaciones de campesinos que sustituyeron los cultivos ilícitos, un espacio en las Plazas Distritales de Mercado 12 de Octubre, 20 de Julio y Fontibón, para que ellos a través de un Contrato de Uso de Aprovechamiento tengan acceso a estas zonas y puedan comercializar productos complementarios a la oferta que hoy no tienen estos espacios. Asimismo, serán fortalecidas y se harán competitivas sus plataformas comerciales.
Por otro lado, cerca de 180 productores que comercializan sus alimentos en los mercados campesinos de las Plazas Distritales de Mercado serán capacitados y fortalecidos en temas sanitarios, lo que les facilitará el acceso al registro ante el INVIMA para la venta de sus productos como lo exige la ley.
Es así como estas y otras acciones que plantea el memorando de entendimiento harán que las Plazas Distritales de Mercado tengan productos con el sello de Desarrollo Alternativo otorgado por el Gobierno de Colombia y UNODC, el cual destaca los productos agropecuarios y agroindustriales resultado de apuestas por la legalidad y la paz.